domingo, 17 de febrero de 2013

Sorteo de libro electrónico

Con motivo del cierre del año, el pasado mes de diciembre enviamos a nuestros clientes una encuesta de satisfacción y entre todos los que nos han respondido hemos sorteado un libro electrónico. Aquí tenéis a la persona agraciada, cuando vino a recoger su regalo.





 ¡Muchas gracias a todos por vuestra participación! A ver qué discurrimos para el año que viene compensar el tiempo que le dedicáis a la encuesta.




viernes, 15 de febrero de 2013

Intérpretes y juicios




Ana y María (¡Gracias por vuestro esfuerzo!)
Intérpretes y juicios
Llevamos varios días queriendo publicar en el blog de agp traducciones una entrada sobre un reciente trabajo de interpretación que nuestro equipo realizó en Vigo durante varios días. Se trata de una interpretación especialmente agradable porque la temática y las personas que participan son de nuestro agrado y, por tanto, trabajamos con más gusto. Pero solo queríamos transmitir que las condiciones en las que a veces tienen que trabajar los intérpretes no son las que uno tiene en la cabeza. Nos los imaginamos más como a la protagonista de la película “La intérprete” (http://bit.ly/UimJqs), en la sala de conferencias de la ONU, con sus cascos y gran cantidad de sitio para estirarse y trabajar concentrada, ayudando a solucionar los problemas acuciantes de este mundo. El trabajo de un intérprete no siempre es así, pero no por ello dejarán de ser profesionales y de servir al propósito del cliente, que no es más que entender y hacerse entender con sus interlocutores. Para muestra un botón: parte de nuestro equipo, micro y cascos puestos, interpretando con un grupo de hablantes de inglés, francés y castellano en una fábrica de congelados de la ría de Vigo.




Pero lamentablemente no todos los intérpretes son igual de profesionales. Hoy mismo El País publicó una noticia (http://bit.ly/VeN7mB) sobre el juicio de la Operación Puerto. Al parecer la empresa que proporciona los intérpretes, a través de un concurso público, no supo enviar a la persona profesional que requiere este trabajo. Consecuencia: después de perder el tiempo intentando entenderse, la juez tuvo que aplazar la declaración de uno de los peritos presentados por la Agencia Mundial de Antidopaje, con la consiguiente pérdida, no ya solo de dinero y tiempo, sino también de imagen para España.

Es cierto que a veces no sabemos qué es lo que nos ha hecho perder una oportunidad de negocio, pero para no perder su tiempo, su dinero y esas oportunidades que tanto cuesta conseguir, trabaje siempre con el personal adecuado para sus necesidades y tenga siempre en cuenta que un buen profesional hará el trabajo de forma más rápida, más eficiente y más fiable que cualquier persona menos formada, por muy buenas intenciones que tenga.


miércoles, 26 de diciembre de 2012

Errores inocentes



Cuando se acercan las fiestas navideñas muchos aprovechamos para tener un detalle con nuestros socios, colaboradores o clientes. Una sencilla tarjeta de felicitación enviada a tiempo puede contribuir en gran medida a la fidelización de nuestros clientes, pero ojo, aunque se trate de una inocente frase de congratulación, hay que tener mucho cuidado con lo que se dice en otros idiomas, ya que nos va la imagen en ello. Y, si no, que se lo pregunten al presidente francés, François Hollande, que remitió la siguiente carta a su homólogo estadounidense para felicitarlo por su reciente reelección:



En la Casa Blanca quizás aún se estén preguntando por el incierto significado de la palabra que François Hollande garabateó a mano junto a la firma de su misiva. El caso es que su «friendly» no es más que una traducción literal del francés «amitiés», que en este caso debería haberse convertido, por ejemplo, en un simple «best wishes» o en un más sobrio «yours sincerely». En román paladino, un inofensivo «saludos» o un respetuoso «atentamente».


Si en las más altas esferas se producen estos gazapos, muchos se dirán que un pequeño desliz lingüístico no tiene tanta importancia. Sin embargo, a lo largo de la historia se pueden contabilizar no pocas desgracias que hubiesen podido evitarse con una buena traducción.

Un caso extremo sería el de las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial. Quizás el error de traducción no tuvo en realidad nada que ver con la decisión de lanzar las bombas, pero la sola posibilidad de que así fuese, merece citar la holocáustica anécdota.

En julio de 1945, los aliados, a través de la Declaración de Potsdam, exigieron la rendición total e incondicional de Japón y, en caso contrario, amenazaron con llevar a cabo «una completa destrucción de las fuerzas armadas japonesas y también la inevitable y completa devastación de la tierra japonesa». La respuesta del primer ministro del país nipón, Kantaro Suzuki, fue un escueto «mokusatsu», que en japonés quiere decir «sin comentarios», ya que, al parecer, el gobierno nipón estaría aún debatiendo sobre la declaración, que no les parecía, en principio, completamente inaceptable. Sin embargo, muchos lo entendieron como un «ignoramos y despreciamos el tema». Diez días después de esta declaración, se llevó a cabo el ataque atómico por parte de Estados Unidos.

Ni siquiera la Biblia se libra de los errores históricos de traducción. Por ejemplo, cuando Cristo dice que «Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de los cielos», en realidad estaríamos ante una mala traducción al latín del texto en griego, que hacía referencia a una soga y no a un camello.

A modo de conclusión diremos que una mala traducción no le expondrá necesariamente a un ataque nuclear, pero si quiere evitar ponerse usted mismo la soga al cuello, es recomendable que confíe siempre en la ayuda de lingüistas profesionales. Más vale no jugar con la sensibilidad lingüística de sus clientes y tener las fiestas en paz. ¡Feliz Navidad y próspero 2013!

lunes, 25 de junio de 2012

Curiosidades sobre idiomas

Compartimos unas cuantas curiosidades que he encontrado sobre los idiomas. Seguro que algunas ya os son familiares, y que conocéis muchas otras que podéis sumar a la lista. 



  • Existía una mayor diversidad de idiomas en América, cuando llegaron los españoles, que en todas las naciones del Viejo Mundo. Los cálculos más conservadores estiman que el número de lenguas, mutuamente no inteligibles, en América del Norte fluctuaba entre quinientas y mil, y en América del Sur, por lo menos el doble.
  • El nombre más común en el mundo es Mohammed.
  • Los esquimales tienen cientos de palabras para la nieve y el hielo.
  • En la escritura, la letra que más se repite en el idioma español es la «e», y la letra consonante más repetida es «r» (que puede representar al fonema /r/ a principio de palabra o cuando es doble, o bien al fonema /ɾ/ en el resto de posiciones).
  • La primera gramática europea de una lengua moderna es la del idioma español, escrita por Elio Antonio de Nebrija en 1492.
  • Los búlgaros dicen "sí" moviendo la cabeza de lado a lado, y dicen "no" moviéndola de arriba a abajo
  • Las palabras más largas del español son: «esternocleidooccipitomastoideo», «anticonstitucionalmente», «electroencefalografista» y «otorrinolaringológicamente»
  • La palabra mas larga en un idioma es "Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetz”, de origen Alemán que significa “Ley sobre la transferencia de las obligaciones de vigilancia del etiquetado de la carne de vacuno y la designación de los bovinos”.





viernes, 1 de junio de 2012

Mejorando la pronunciación - Trabalenguas en inglés -


Hoy os proponemos un entretenido ejercicio que ayuda a mejorar la pronunciación y dicho sea también la paciencia. Son los trabalenguas ó “tongue twisters” en inglés. 


Aquí dejamos 3 ejemplos de trabalenguas. Si alguien conoce alguno más, ya sea en inglés u otro idioma, y se anima puede publicarlo puede hacerlo en la cuenta de Facebook de Agp.

  • Roberta ran rings around the Roman ruins.
  • I wish to wish the wish you wish to wish, but if you wish the wish the witch wishes, I won’t wish the wish you wish to wish.
  • There was a fisherman named Fisher, who fished for some fish in a fissure. Till a fish with a grin, pulled the fisherman in. Now they’re fishing the fissure for Fisher.

viernes, 25 de mayo de 2012

¿Me lo juras? - Sobre la Traducción Jurada


¿Qué tienen en común una pareja que adopta a una niña en Etiopía, un consignatario del
puerto de Vigo y un inmigrante nigeriano que se instala en nuestro país? Como mínimo, que todos ellos deberán recurrir, antes o después, a los servicios de un traductor-intérprete jurado.


La traducción jurada consiste en la reproducción en un idioma B de un documento oficial escrito originalmente en un idioma A, de manera que el texto redactado en el idioma  
revista el mismo carácter oficial que el texto original de cara a su presentación ante las administraciones públicas o a la realización de trámites entre empresas y particulares.


En España, la traducción jurada la realizan los traductores-intérpretes jurados habilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC), a través de su Oficina de Interpretación de Lenguas (OIL). De este modo, la OIL organiza todos los años (o, en ocasiones, cada dos años) unas pruebas de certificación con un altísimo nivel de exigencia, que obedece a la necesidad de ofrecer las máximas garantías posibles, con un alto nivel de rigor y calidad, en la redacción de documentos que dan fe pública.


La figura del «intérprete» jurado está presente en los textos legislativos españoles al menos desde el siglo XVIII pero, como en otras áreas del ámbito de la traducción e interpretación, su desarrollo y el incremento exponencial de su presencia en la sociedad están fuertemente ligados al fenómeno de globalización de los últimos 30 años y, en especial, a la progresiva creación del mercado común europeo y del Espacio Económico Europeo, con su fomento de la libre circulación de trabajadores, mercancías, capitales y, en menor medida, de la prestación de servicios.


La regulación en España de esta figura profesional se produce mediante el Real Decreto
2555/1977, parcialmente modificado por los Reales Decretos 889/1987, 752/1992, 79/
1996 y, por último, 2002/2009. En esta última enmienda se registra, por ejemplo, una
modificación importante, como es el cambio en la denominación del profesional en cuestión, que pasa de «intérprete jurado» a «traductor-intérprete jurado». De esta forma, se adapta la denominación oficial del profesional a su doble condición de traductor de documentos escritos de intérprete de discursos orales, por ejemplo, en las vistas orales de los juicios penales.


Así pues, el traductor-intérprete jurado es un fedatario público, con poder legal para certificar de manera oficial la equivalencia de documentos redactados en diferentes lenguas, pero es también una figura imprescindible para garantizar el derecho fundamental de defensa de aquellos imputados en procesos penales que sean de origen extranjero y no entiendan ninguna de las lenguas oficiales del estado español. Sin la presencia de estos profesionales, sería imposible la celebración de juicios justos en los que se informe debidamente al acusado de los motivos de la imputación que contra él se dirige.


Sin embargo, en su práctica profesional habitual, el traductor-intérprete jurado se ve
confrontado principalmente a la traducción de textos escritos. En concreto, el traductor
consulta el documento original, realiza la traducción, certifica que el documento traducido
posee el mismo valor que el documento original y deja fe de esto mediante el sello oficial
atribuido por el MAEC, de forma que el cliente pasará a poseer un segundo original que podrá presentar a las autoridades españolas para los trámites administrativos que así lo requieran. Por este motivo, es siempre recomendable que el traductor tenga acceso al documento oficial original y no a una copia del mismo o a una versión electrónica sin validez oficial. Además, hay que tener en cuenta que, si el documento traducido se va a presentar ante autoridades extranjeras, podrá ser necesario, según el caso, que el original lleve la Apostilla de La Haya. Este no es más que un documento de uso internacional en el que se certifica que la persona que firma el documento original es una persona existente, autorizada y cualificada para firmar o sellar dicho documento.


Existe una cierta confusión en cuanto al tipo de textos que pueden ser susceptibles de
traducción jurada. Por lo general, se tiende a pensar que este ámbito se ciñe a documentos de carácter jurídico o económico, dado que estas son las áreas en que más frecuentemente se solicita la certificación de traducciones. Sin embargo, estrictamente hablando, no existe limitación alguna en cuanto a la tipología textual y cualquier texto puede ser objeto de traducción jurada en caso de que así se requiera: desde un proyecto arquitectónico hasta la patente de un medicamento o el historial clínico de un paciente.


Por último, en cuanto a las lenguas de los documentos que pueden ser objeto de certificación, en nuestro país deberá tratarse siempre de combinaciones que incluyan alguna de las lenguas oficiales. Por ejemplo, se podrá jurar la traducción al castellano de un certificado de nacimiento de la República de Kenia redactado originalmente en inglés o en suajili, o la traducción al francés de un título universitario redactado en gallego. Por el contrario, resultará imposible realizar de manera directa la traducción jurada al inglés de un original redactado originalmente en chino o en amhárico. En este caso, la única solución posible sería realizar una primera traducción jurada al castellano o a alguna de las lenguas cooficiales y a continuación realizar una nueva traducción jurada a partir de la primera traducción.


Sea cual sea su caso, en AGP Traducciones ponemos a su disposición un servicio integral
de traducción oficial que le permitirá agilizar los trámites y le asesorará en cuanto al
procedimiento habitual de legalización y autenticación de las traducciones, en función de la idiosincrasia de cada país y las particularidades de cada sector profesional.

lunes, 30 de abril de 2012

10 palabras en inglés que no tienen traducción

Cada día son más las personas que estudian inglés o que tienen que trabajar habitualmente en este idioma. En muchas ocasiones tiramos de traductor online para apoyarnos en nuestros comunicados del castellano al inglés o viceversa, con los errores que eso conlleva y sin entender muy bien las palabras con las que tratamos

En estos casos es bueno contar con algo de ayuda externa, mejor si es un profesional claro. Pero como esto no siempre es posible, dejamos un listado con las 10 palabras en inglés que es mejor no intentes traducir, ya que no existe una traducción clara en castellano de estos términos. 

Aquí os dejamos el listado. Os invitamos a que hagáis la prueba con cualquier traductor online y veáis los resultados, que en muchos casos ni siquiera existen, pero en otros son extrañamente distintos de su traducción real. 


Pimp. Esta palabra tiene múltiples usos para los norteamericanos, ya que puede ser un verbo, un adjetivo y un sustantivo. Como acción podría decirse que es una variante de "decorar" o "poner a punto". Gracias a varios programas de televisión, el "pimp" se hizo muy popular e incluso, se le relaciona con la cultura del hip-hop. Hay algunos países latinoamericanos que han traducido esta palabra como "Pompear", la cual sólo es una derivación y no su significado.
Auto-Tuned. Este término sirve para mencionar a todos esos cantantes que "maquillan" de manera digital su tono de voz y que suene perfecta en sus discos. La palabra es de reciente creación, por lo que hasta ahora no se le ha acuñado algún adjetivo idóneo para su correcta traducción.
Trade-off. Los de habla inglesa utilizan esta palabra para describir la acción de perder algo bueno a cambio de obtener algún beneficio; para hacerlo, la persona tiene que analizar las ventajas y desventajas de llevar a cabo la operación. Hay quienes la utilizan el significado de "compensación" para traducirlo; sin embargo, no llega a describir a este concepto en su totalidad y, por lo tanto, no es del todo acertado.
Spam. Se le ha denominado de esta manera indiscriminada de envió de correos electrónicos a cualquier usuario. Ningún idioma ha traducido esta palabra y más bien, se ha incorporado al vocabulario local. Spam, también es un vocablo utilizado para la carne enlatada.
Bromance. La palabra se acuñó y fue muy popular en la década de los 90, y se utilizó para describir la estrecha relación existente entre dos o más hombres. Como la situación en sí, pudiera ser inusual, en ningún otro país, que no sea Estados Unidos, se ha creado una palabra que pueda definir este hecho.
Facepalm. Es la acción de llevar la palma de la mano a la cara, como signo de desconcierto o desesperación. A pesar de ser algo tan común, no hay ninguna lengua que haya inventado una palabra para definir este gesto.
Kitsch. Es la definición del tipo de arte que es considerado una copia inferior a un estilo ya creado; también se refiere al arte que quiere ser pretencioso, está fuera de tiempo o es de mal gusto. Kitsch deriva de vocablos alemanes, y en todo el mundo se aceptó para nombrar a este tipo de corriente artística.
Gobbledygook. En 1944 el político estadounidense Maury Maverick, pronunció por primera vez esta compleja palabra, la cual es utilizada para nombrar a los textos que contienen lenguaje jergal o palabras muy complicadas en inglés. Hasta ahora, no hay quien haya encontrado un vocablo preciso en su idioma para referirse a esta expresión.
Serendipity. En el 2004 se hizo un listado de las 10 palabras en inglés más complicadas de traducir, y serendipity es una de ellas. Hace referencia a la acción de encontrar algo de manera inesperada, pero que a la vez es afortunada.
Googly. Es un término utilizado en el cricket para definir un movimiento atípico que hace el lanzador. Como es un suceso extraordinario, raras veces se escucha, por lo que no existe traducción alguna para googly.
Obtenido del blog de Fundue